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La Inquisición en Córdoba (2 de 2)

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La Inquisición Española fue creada por los Reyes Católicos en 1482 por bula papal, del Pontífice Sixto IV a fin de combatir y frenar las prácticas judaizantes de los conversos españoles.
La inquisición en España dependía directamente de la monarquía a diferencia de la inquisición medieval. Fue implantada en todos los reinos de España incluidos Sicilia y Cerdeña que por entonces pertenecían al reino de Aragón,. Con el descubrimiento de América también se exporto a México, América del Sur y El Perú. La única institución común para todos los españoles con excepción de la Corona fue la Inquisición, que fue utilizada por los Monarcas como un instrumento más del poder real.

Este recinto palaciego se transformó en sombrío y tenebroso al ser cedido por los Reyes Cristianos al Tribunal de la Santa Inquisición, convirtiéndose en sede del Santo Oficio. Por las nuevas necesidades, el interior del castillo se fue adaptando a celdas, oficinas y dependencias, perdiendo así su armonía y carácter palaciego que disfrutó con los reyes.

Entre los excesos cometidos por el Tribunal se destaca el sacerdote de Moguer (Huelva) Diego Rodriguez Lucero nombrado Inquisidor en 1499, que condenó a más de 200 personas a la hoguera en poco menos de 4 años,. Especialmente sanguinario fue el auto de fe del día 22 de diciembre de 1504 donde 107 personas fueron quemadas en la primitiva Plaza y hoy actual de la Corredera, por judaizantes. El pueblo cordobés cansado de la crueldad y el maltrato continuado que este hombre le infringía, asaltaron el recinto el 9 de noviembre de 1506 para liberar a más de 400 presos. El inquisidor temeroso por la respuesta tuvo que huir por la puerta de atrás del Alcázar para salvar su vida, siendo recordado en la historia de Córdoba por su crueldad.